La directora del Centro de Sociología Europea visitó la UNSAM para brindar una conferencia sobre la recepción internacional de las teorías del famoso sociólogo francés, a diez años de su muerte.
Por Dolores Caviglia – Fotos: Pablo Carrera Oser / Equipo de Comunicación UNSAM
Gisele Sapiro está acostumbrada a codearse con hombres. Cada vez que
ofrece una charla sobre el sociólogo Pierre Bourdieu en un país
extranjero, se da cuenta de que pocas mujeres eligieron su camino. Le
pasó en Japón y también en Chile. Pero no se sorprende, su relación con
la sociología nació entre hombres. En 1989, mientras investigaba sobre
la representación de la liberación en Francia tras la Segunda Guerra
Mundial, viajó a Tel Aviv, donde un profesor especialista en formalismo
ruso le presentó a Bourdieu. Primero comenzó a traducirlo, sólo por
cuestiones de nacionalidad: ambos eran franceses. Luego empezó a
interesarse por su trabajo. Al año se convirtió en una de sus
estudiantes.
Pero el interés fue recíproco. El especialista en ciencias humanas y
sociales del siglo XX estaba encantado con la temática que Sapiro,
graduada en Literatura Comparada y Filosofía, había elegido para su
máster, pero consideraba que era necesario ampliarla: tratar también la
representación de la ocupación y no sólo la de la liberación francesa.
Gisele, hija de padres nacidos en Europa del Este que llegaron a Francia
en 1948, no se sentía muy cómoda con el tópico pero confió en la
intuición y en el apoyo de su maestro. Fue así que aprendió a hacer
sociología, a realizar trabajo de campo, a deconstruir el sentido común,
a confrontar material empírico con problemáticas teóricas, a poner en
discusión ideas con evidencias. A trabajar a lo Bourdieu.
El viernes 26 de octubre, la directora del Centro de Sociología Europea, EHESS -creado
por Bourdieu- dio una conferencia en el Auditorio Lectura Mundi sobre
la recepción internacional de la obra del sociólogo francés, como parte
de la jornada La UNSAM piensa a Pierre Bourdieu. A diez años de su fallecimiento, organizada por la Carrera de Sociología (IDAES), el Centro de Estudios en Antropología (IDAES), el Centro de Filosofía (Escuela de Humanidades) y el Programa Lectura-Mundi.
¿Qué significa continuar con el trabajo de Pierre Bourdieu? ¿Pueden actualizarse sus teorías?
En mi último libro, publicado en 2011, trabajé mucho sobre la
autonomía de los campos. La idea surgió a partir del proceso de
autonomización del campo literario. Bourdieu se concentraba en la
autonomía del mercado del arte, yo me concentré en la moral pública y en
el Estado. Hay muchas cosas en su trabajo que menciona pero no
desarrolla, yo desarrollo esa parte y la combino con objetos que no
fueron estudiados por sus otros alumnos. Además en el Centro estamos
trabajando con el mercado de la traducción, que interroga sobre los
límites nacionales y los vínculos entre países como un sistema de
relaciones. Es una manera de usar la teoría de Bourdieu y confrontarla
con materiales nuevos. También trabajamos sobre las transformaciones de
la elite: hoy en Francia el capital cultural es menos
importante que el financiero. Y los estudiantes usan conceptos y modelos
de Bourdieu para ello. Sus teorías son como herramientas que se
utilizan para hacer investigación, y son constantemente actualizadas y
confrontadas con otras posturas.
Trabaja mucho sobre el proceso de la traducción. ¿Cómo podría definirlo?
Refiere a cómo circulan los libros de un lugar a otro. Yo investigo
el proceso de traducción como un objeto sociológico en tanto a la
elección de conceptos. Se puede hacer traducción literal de una lengua a
otra o una adaptación, que sería de alguna forma un texto diferente.
Pero todas las opciones son posibles. Lo que estudio en los libros es
cómo definen este proceso los agentes. Una de las cosas que pregunto a
lo largo de las entrevistas de la investigación es qué significa para
ellos traducir. Algunas lo entienden como pasar ideas de una cultura a
otra, otros lo viven como un proceso creativo, o donde lo predominante
es la comunicación, la música. Los estudios de traducción tienen muchos
focos, nosotros en el Centro desarrollamos la sociología de la
traducción, cómo los textos circulan de una cultura a otra, quiénes son
los intermediarios, quiénes los agentes, quiénes los publican, los
critican, la importancia del proceso de recepción.
En La responsabilidad del escritor, usted cita a Gustave Flaubert, a Émile Zola y a Jean-Paul Sartre, entre otros, para hablar sobre esta temática. ¿Cree que hay manera de evitar el compromiso?
De acuerdo con Sartre, el escritor encarna los grados más altos de la
libertad, es responsable de la libertad del hombre, eso es lo que dice
en la primera conferencia de la UNESCO, en 1946. Creo al igual que él
que lo que escribimos nos compromete. Pero la pregunta más importante es
a quién está dirigido ese compromiso. La responsabilidad del escritor
trata la historia de la libertad de prensa, cómo los escritores ganaron
autonomía respecto de la política y de la moral impuestas por la
sociedad. Ellos se oponen, tienen sus propios valores como la belleza,
la verdad, la sinceridad, la misma que promulgó André Gide cuando
escribió sobre su homosexualidad. Mi libro habla sobre esta
autonomización, sobre la construcción de una ética profesional autónoma
de la moral social y política. Es en nombre de la verdad que se
compromete Zola en Yo acuso. El compromiso pasa a ser con el lector y sólo con él.
¿Qué opina sobre la iniciativa de la UNSAM de interactuar con
centros y universidades del extranjero para enriquecer el proceso de
aprendizaje?
Es algo muy importante. Yo misma promuevo tanto como puedo el
intercambio internacional en investigación. En el centro EHESS hay
muchos estudiantes de América Latina. Además viajo mucho, conozco muchos
estudiantes de otros países para mostrar la metodología con la que
trabajamos, que no es otra que la que me enseñó Bourdieu: contrastar la
teoría con la práctica, retroalimentarlas. Es genial esta interacción y
es muy importante también confrontar diferentes tradiciones culturales.
En muchos países no están acostumbrados a mezclar conceptos con el
trabajo empírico; está bueno poder mostrar nuestra manera de trabajar.
(source: UNSAM)
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